La situación en el Puerto de Manzanillo ha alcanzado niveles críticos. Miles de contenedores y cargas se encuentran detenidos, con retrasos que superan las 72 horas por unidad. Los patios están totalmente rebasados, y las condiciones para los operadores son mínimas en términos de atención y salubridad. Esta crisis ha llevado a transportistas al borde de la quiebra, según declaraciones de Miguel Ángel Martínez, presidente nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
🚨 Impacto en el sector logístico
La crisis operativa en Manzanillo ha generado una acumulación sin precedentes de mercancías y unidades de autotransporte. Las revisiones aduanales superan en muchos casos las 72 horas por unidad, lo que ha provocado pérdidas económicas significativas para las empresas del sector. Además, las condiciones mínimas de atención y salubridad para los operadores agravan la situación.

Causas de la crisis
La crisis se originó por manifestaciones de trabajadores civiles que denunciaron malas condiciones laborales y despidos injustificados desde la llegada del nuevo titular de la aduana. Aunque las manifestaciones han concluido, la falta de personal y la saturación de trabajo han impedido la normalización de las operaciones.

Recomendaciones para empresas transportistas
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Diversificar rutas: Considerar otros puertos como Lázaro Cárdenas o Veracruz para evitar retrasos.
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Mantener comunicación constante: Informar a clientes sobre posibles demoras y ajustar tiempos de entrega.
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Revisar contratos: Evaluar cláusulas relacionadas con demoras y penalizaciones para mitigar riesgos.
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Implementar tecnología: Utilizar sistemas de seguimiento en tiempo real para monitorear mercancías y optimizar rutas.